viernes, 16 de julio de 2021

SVR-20. Una valoración del riesgo de violencia sexual


    En el pasado hemos tratado la predicción de comportamientos violentos, y de comportamientos violentos dentro de  la pareja. Ahora toca el momento de predecir el riesgo de comisión de actos del tipo violencia sexual en delincuentes reincidentes. El SVR-20 es un instrumento desarrollado por Boer, Hart, Kropp y Webster en el año 1997 y se nutre del esfuerzo de académicos y profesionales de salud mental y forenses. El método se compone de veinte factores que dan lugar a tres categorías de riesgo: bajo, moderado y alto. Los resultados han de plasmarse en un informe de predicción de valoración del riesgo de violencia sexual.
    Los datos de Luque, Ferrer y Capdevila (2005) y de Redondo, Navarro y otros indican que alrededor de un 5% de los reclusos se halla en prisión por delitos sexuales. De manera muy general, entre 18% y un 20% de éstos reincide al salir. Por otro lado, este dato no toma en cuenta las veces que el delincuente ejecuta la violencia sexual, tan sólo toma en cuenta los casos en los que es detenido por ello.
    De acuerdo con lo citado en el manual de Hilterman y Andrés-Pueyo se incluyen como violencia sexual los siguientes comportamientos:
        *Maltrato sexual como violación o tocamientos sexuales.
        *Comportamientos ofensivos de manera sexual como exhibicionismo, llamadas,cartas obscenas o distribución de pornografía.
        *Violación de la intimad como robo de fetiches o voyeurismo.
    El desarrollo de estos comportamientos incluye que la víctima o bien no da consentimiento o bien no puede darlo.
    Los autores del SVR-20, Boerf, Hart, Kropp y Webster indican que los veinte factores propuestos se deben examinar a la luz de diversas metodologías como exámenes psicológicos, entrevistas al agresor, estudio de pletismografía, estudios poligráficos, entrevistas a la víctima/s, a la familia del agresor y compañeros de trabajo, así como profesionales de salud mental, policías y de ser el caso, técnicos penitenciarios y en general, cualquier método que sirva para comparar los datos extraídos del delincuente asegurando la veracidad de los mismos. Además, se recomienda que la valoración del riesgo se realice regularmente, y que estudie el comportamiento social del delincuente, sus actitudes hacia las personas, sus preferencias sexuales y su historial clínico completo, su vida laboral...Adicionalmente se precisa cualificación especializada y entrenamiento para ejecutar con eficacia el SVR-20.
    Cada factor se puntúa de la siguiente manera:
            N.- No. El factor no está presente.
            ?.- Existes indicios de presencia del factor.
            S.-El factor de riesgo está presente.
            O.-Omisión por carencia de información.
    Al final del manual original de referencia figura una plantilla para poder puntuar cada factor. Los factores del SVR 20 son los siguientes:
        1.- Desviación sexual.
    Entenderemos desviación sexual como excitación sexual hacia personas de edad inapropiada, que no dan su consentimiento o no pueden darlo, bien animales u objetos inanimados y que causan angustia o disfunción sexual (por ejemplo,sólo se consiguen orgasmos cuando alguien se halla sufriendo). En particular, el sadismo sexual como parafilia se halla relacionado con la gravedad de delinquir en el futuro.
        2.-Víctima de abuso en la infancia.
     En esta categoría de “abuso” entran los abusos físicos graves como ser pegado, empujado, azotado, etc., o conductas que causan daños físicos o psicológicos, también entran en esta categoría los abusos sexuales y las negligencias por parte de cuidadores, así como observación de violencia familiar.
        3.- Psicopatía.
        Existen diversos instrumentos, tanto en formato test como en entrevistas, para evaluar la psicopatía o el trastorno antisocial de la personalidad. Desde el SVR-20, se recomienda el PCL en sus versiones PCL-R y PCL:SV así como diversas medidas mediante el PAI, MMPI-2 o similar.
        4.-Trastorno mental grave.
        Este factor se refiere a un trastorno mental grave que genera un deterioro cognitivo y/o intelectual severo y que puede ser causado por una enfermedad mental entre las que se incluyen trastornos afectivos y psicóticos entre otros .
        5.- Problemas relacionados con el consumo de sustancias.
         Se considera el abuso de sustancias tanto drogas legales como alcohol y fármacos así como drogas ilegales.
        6.- Ideación suicida/homicida.
        Los pensamientos, impulsos y fantasías de causar daño a uno mismo o a otra persona habrán de ser graves, intrusivos o letales para ser codificados como “S”.
        7.- Problemas en las relaciones sentimentales de pareja.
        La inestabilidad en las relaciones íntimas y sexuales es considerado un factor de riesgo importante en la violencia sexual. Se puntuará como “S” cuando existan diversos métodos que indiquen fracaso en establecer y mantener relaciones íntimas (sexuales) estables. En caso de menores se empleará la relación con padres y cuidadores.
        8.- Problemas de empleo.
        De manera similar a la de otros factores, los problemas de empleo contribuyen a generar una mayor angustia psicológica general, lo que implica una mayor probabilidad de comisión de delitos sexuales.
        9.- Antecedentes de delitos violentos.
        Por delitos violentos entenderemos aquellos de naturaleza no sexual con daño físico real, intencionado o amenaza que susceptible de causar daño físico o psicológico a la víctima o que ocurrió en diversas ocasiones.
        10.- Antecedentes de delitos no violentos.
        Dentro de este apartado caen las detenciones por comportamiento del tipo no violento y no sexual pero que sí constituye un delito.
        11.-Fracaso en las medidas de supervisión previas.
        Este apartado se puntúa como “S” cuando se tiene constancia de incumplimiento de la libertad condicional, órdenes de arresto o incumplimiento del tratamiento ambulatorio, entre otras medidas de supervisión.
        12.-Elevada frecuencia de delitos sexuales y no sexuales.
     El número de delitos cometidos el año pasado es un indicador de reincidencia en delincuentes sexuales y pacientes forenses. Se entenderán como frecuentes aquellos delitos cometidos en un relativamente corto intervalo de tiempo y tomando como inicio, que el individuo se halle en posibilidad de cometerlos, es decir, que tenga disponible a las víctimas.
        13.- Tipos múltiples de delitos sexuales.
        Dentro de este factor de múltiples delitos sexuales se engloban tanto la variedad de delitos sexuales (tocamientos, voyeurismo, agresión sexual, etc.), como el grado de coerción (amenazas, torturas, etc.), la selección de víctimas en cuanto a distintas edades (niños prepúberes, adolescentes, adultos, tercera edad) y relación con el victimario (desconocido y/o conocido).
        14.-Daño físico a la(s) víctima(s) de los delitos sexuales.
        Entenderemos por daño físico el grado de sufrimiento corporal y lesiones (desgarros, moretones, abrasiones, cortes, etc.), así como que han precisado atención médica o tratamiento, bien producidos durante el ataque sexual, antes o después del mismo.
        15.- Uso de armas o amenazas de muerte en los delitos sexuales.
        Se ha añadido por algunos autores que no existe una evidencia clara de que este factor sea predictivo de la violencia sexual pero se incluyó al ser considerado relevante desde el punto de vista de las revisiones clínicas, las cuales ponen de manifiesto su inclusión.
        16.-Progresión en la frecuencia y/o gravedad de los delitos sexuales.
        Se realiza tomando con consideración la “historia de violencia sexual” del individuo. De esta manera, el individuo comete más crímenes sexuales ahora que antes o bien los de ahora generan más daños en las víctimas que los de antes.
        17.- Minimización extrema o negación de los delitos sexuales.
        Se puntúa como “S” cuando el individuo niega muchos o todos los actos de violencia sexual pasada; niega la responsabilidad de los mismos total o parcialmente (por ejemplo culpando a la víctima); niega las consecuencias (por ejemplo indicando que la víctima no sufrió lesiones).
        18.- Actitudes que apoyan o consienten los delitos sexuales.
        Se codifica como “S” cuando se evidencia que los valores socio-políticos, religiosos o culturales y personales justifican o promueven la violación o el sexo coercitivo. Puede recurrirse a escalas de valores, de actitudes, test de personalidad y análisis funcional y conductual entre otros métodos para establecer este factor.
        19.- Carencia de planes de futuro realistas.
        El fracaso en la planificación de la conducta y elaborar planes posibles y realistas puede implicar que el individuo se refugie en la comisión de delitos sexuales. La valoración de la estructuración de planes habrá de ser tomando en consideración la historia del individuo, estatus actual y apoyo social entre otros factores.
        20.-Actitud negativa hacia la intervención.
        Entenderemos actitud negativa como aquellas ideas o escasa motivación para el apoyo penitenciario, médico, psiquiátrico, psicológico y de trabajadores sociales. Esta actitud negativa puede expresarse a nivel conductual en rechazo a asistir, abandono prematuro y/o participación superficial en los programas.

Fuente:
SCR-20. Manual de valoración del riesgo de violencia sexual. Adaptación de de Hilterman y Andrés-Pueyo. Publicacions i Edicions. Universitat de Barcelona. Año 2005.