Corría
la década de los años 50 cuando el gobierno alemán le solicitó a
Udo Undeutsch que elaborara un método para saber qué niños tenían
indicios de abusos sexuales y cuales no. Con ese fin nació la primera
versión del Statement Validity Assessment (S.V.A.), cuyo
significado en castellano es Evaluación de la Validez de la
Declaración. En esencia, Undeutsch descubrió que era
posible saber qué relatos eran falsos y cuáles verdaderos en
función de lo que decían los niños y niñas. La técnica S.V.A. fue
retocada a lo largo de los ochenta y noventa por Steller y Köhnken
(1989) y Raskin y Esplin (1991), introduciendo cambios y mejoras que
fueron permitiendo saber hasta qué punto era efectivo el SVA. Ahora
bien, lejos de ser un método objetivo, diversos expertos concluyeron que
tan sólo era un método “semi-estandarizado para la evaluación
de la credibilidad de las declaraciones”(citado en 1 ).
En
cuanto a la eficacia de esta clase de métodos, en el año 2000 1,
diversos autores( Santtila, Roppola, Runtti y Niem,2000) indicaron
que, empleando una parte del S.V.A. llamada C.B.C.A., la tasa de
clasificación correcta de las declaraciones era del 65 %. Buscando
incrementar estos niveles de eficacia, otros autores decidieron usar
el C.B.C.A. junto con otra técnica, llamada Reality Monitoring (R.M.),
obteniendo una tasa de acierto del 79 %. Posteriormente, otros investigadores
(Vrij, Akehurst, Soukara y Bull, 2004b) usaron el C.B.C.A. más el R.M. llegando a la conclusión de que la tasa de eficacia era mas baja de
lo inicialmente pensado, del 74%. Estos estudios se llevan a cabo, la mayor parte, dentro del laboratorio de psicología. Y, sin duda, hay estudios de campo, es decir en el contexto real, que afirman que llega al 100% de eficacia. Pero de eso hace ya tiempo.
Con el paso de los años los estudios sobre el CBCA se han ido acumulando. Más o menos recientemente, la doctora Amado junto con otros investigadores/as 2 (2015,
2016) recogieron una gran parte de estos estudios al respecto y
encontraron que las tasas de error de esta clase de métodos estaban en torno al 31.5% para menores y del 36,5% en adultos. Y es que, una de las principales críticas que han recibido los métodos de análisis de la credibilidad es que como fueron ideados para menores, por lo que existen muchos menos estudios en adultos (ver CBCA en adultos).
¿Funciona el SVA/CBCA? Sí, al menos, mejor que el azar. ¿Tiene unos niveles
adecuados de eficacia para su empleo como técnica forense? Hay opiniones a favor y las hay en contra, pero lo cierto
es que hay opiniones sólidas recientes (2017) que han llegado a afirmar que: “ el S.V.A. no cumple con la
demanda de objetividad en la conclusión que se requiere a una
técnica forense” (citado 2 , página 178).
Conscientes
de estos hechos, investigadores/as de la Universidad de Santiago de
Compostela y Vigo crearon hace años un método denominado Sistema de Evaluación
Global
o S.E.G. Fue desarrollado como “un
procedimiento de detección de la mentira y el engaño en procesos
judiciales adaptado al sistema judicial español”. En esencia, sus autores lo han descrito como: “un compendio de
diversas estrategias de análisis de la fiabilidad (C.B.C.A y Reality
Monitoring) y validez de la declaración (S.V.A. y .S.R.A.) a la vez que de
la huella psicológica y de la simulación de la misma” (citado en
Arce, R., y Fariña, F., 2005. Título: PERITACIÓN PSICOLÓGICA DE
LA CREDIBILIDAD DEL TESTIMONIO, LA HUELLA PSÍQUICA Y LA SIMULACIÓN:
EL SISTEMA DE EVALUACIÓN GLOBAL (SEG). Publicación: Papeles del
Psicólogo, 2005. Volumen 26, páginas de la 59 a la 77).
Un año
después (2006), el S.E.G fue aplicado a la valoración de secuelas de
accidentes de tráfico cuyas conclusiones se pueden encontrar en el
estudio de los autores Arce, Fariña, Carballal y Novo (2006), titulado: “Evaluación del daño moral en accidentes de
tráfico: Desarrollo y validación de un protocolo para la detección
de la simulación”, publicado por la revista Psicothema, en su
número 18, en las páginas 278-283.
Posteriormente, el S.E.G. fue
aplicado al área de violencia de género (Arce, R., Fariña, F.,
Carballal, A., y Novo, M. 2009) en un artículo titulado: "Creación y validación de un
protocolo de evaluación forense de las secuelas psicológicas de la
violencia de género", publicado en Psicothema, 21 ,paginas: 241-247.
Unos años más tarde, otros autores/as (Vilariño, Novo, M., y Seijo, D., 2011),
prosiguieron aplicando el S.E.G. a la violencia de género, plasmando
sus conclusiones en el artículo: “Estudio de la eficacia de las
categorías de realidad del testimonio del Sistema de Evaluación
Global (S.E.G.) en casos de violencia de género”, publicado por la
Revista Iberoamericana de Psicología y Salud, en su volumen 2,
apareciendo en las páginas de la 1 a la 26. En resumen, el S.E.G.,
es un procedimiento aplicado a diversos ámbitos periciales y su eficacia es superior a la del SVA/CBCA+RM.
Ahora
bien, para aplicar el S.E.G. se
precisan una serie de condiciones que dificultan o condicionan su aplicación:
“exige que sea practicada por un
perito titular entrenado en la misma; que se graben y guarden las
declaraciones (revisión externa de los métodos usados y validez
jurídica de la prueba); que se registren y guarden las
codificaciones de las declaraciones (revisión externa de los
registrados de los criterios y de la fiabilidad de éstos); que las
codificaciones sean realizadas por dos peritos por separado
(evaluación de la fiabilidad de la medida); que se recaben dos
declaraciones (evaluación de la persistencia); y que las
declaraciones se obtengan por medio de la entrevista cognitiva”
(citado en 2 ). En la práctica de la psicología forense de oficio hay determinadas situaciones ,como juicios por homicidio o delitos muy graves contra las personas, en los que por ley dos peritos deben realizar el informe pericial. Por otro lado, la
mayor parte de los casos en la práctica normal sobre abusos sexuales, físicos o psicológicos, a niños y adultos, generalmente es realizada por un sólo perito. Por tanto,
el S.E.G. es difícilmente aplicable en la mayor parte de casos, y aun
cuando lo fuera, al menos uno/a de los peritos ha de haber sido entrenado
en el S.E.G.
En
resumen, a día de hoy no hay estudios que indiquen cuál es la metodología más adecuada y aplicable al contexto forense empleando tan solo un perito. Tres son las
opciones posibles para los y las profesionales de la psicología
forense:
1.-Emplear únicamente el C.B.C.A./S.V.A. + R.M., asumiendo un 74-79% de eficacia en la valoración de la credibilidad e impidiendo esto, por sí mismo, estar lejos de la seguridad plena que habitualmente exige la ley.
2.- Aplicar el S.E.G. indicando las limitaciones, asumiendo que no se conoce qué nivel de eficacia que posee cuando es
aplicado por un solo perito y que, por extensión tendrá menos eficacia que el método original. Según nuestros consultores jurídicos, podría ser válido pues la valoración de la prueba se somete a la sana crítica del magistrado/a, si bien entendemos que a nivel científico, presenta problemas metodológicos.
3.-Combinar el C.B.C.A./S.V.A. + R.M. con pruebas psicométricas, proyectivas, documentales, entrevistas a familiares, y otros métodos, asumiendo que la eficacia de la medida mínima será del 74-79% y la máxima vendrá por el peso de la prueba en su conjunto, y quedará sometida a las y los miembros del tribunal, condicionados por la sana crítica del magistrado/a. Este proceder se denomina multimétodo y goza de aceptación nacional e internacional.
3.-Combinar el C.B.C.A./S.V.A. + R.M. con pruebas psicométricas, proyectivas, documentales, entrevistas a familiares, y otros métodos, asumiendo que la eficacia de la medida mínima será del 74-79% y la máxima vendrá por el peso de la prueba en su conjunto, y quedará sometida a las y los miembros del tribunal, condicionados por la sana crítica del magistrado/a. Este proceder se denomina multimétodo y goza de aceptación nacional e internacional.
La investigación futura habrá de promover métodos que
permitan que un sólo psicólogo/a forense alcance niveles de
eficacia aceptables para el contexto forense. Otra posibilidad, seguramente más
remota, consiste en que los Organismos Oficiales, Institutos de
Medicina Legal y las empresas encargadas de elaborar las pericias psicológicas, doten a los profesionales de los medios para
aplicar el S.E.G. contando con la formación, número de profesionales y
criterios adecuados para ser aplicado con éxito en las Salas de Justicia. Hasta
entonces, nos tememos que los métodos de análisis de la valoración
de la credibilidad seguirán en una situación crítica. Aunque con todo, siguen siendo lo mejor que tenemos para saber si una persona dice la verdad o miente, y sin duda, dan mejores resultados que la intuición o cualquier otro método como el análisis de no verbal o los interrogatorios policiales.
Referencias
bibliográficas destacadas: